El
tándem Castedo-Ortiz, la pareja que más dinero ha producido desde
que Figo- Zidane y Epi-Blas. Al parecer no todo es idílico en esta
bonita historia de amistad surgida en la provincia más al sur de la
podrida comunidad valenciana. A muchos ya nos ha llegado el tufo a lo
podrida que está la basura en nuestros municipios, cada día por
suerte somos más lo que manejamos algo de información que nos hace
abrir los ojos. Es hora que el resto de la provincia también se
percate de la presunta fraudulencia con la que los concursos se
llevan a cabo en nuestra provincia.
“Yo
no tengo la culpa de que Ortiz se presente a los concursos del
ayuntamiento” dice Castelo. “Yo no soy la que da las
resoluciones, son los técnicos” añade la edil. Cierto es que no
somos técnicos ni expertos urbanísticos para saber si este señor
gana con criterio o no esos concursos, pero cierto es que mucho de lo que
lleva el sello de Ortiz está investigado de corrupción y de esos
presuntos delitos según oímos en TV y leemos en prensa.
El hecho es que en Alicante hace ya algún tiempo que se solucionó
que el tema de las basuras locales las gestionaría el grupo de
Enrique Ortiz. Las cifras para el empresario son astronómicas por
ese tipo de servicio, y los recursos que se presentan en la mesa son
del todo obsoletos para las cantidades de las que se habla. ¿Acaso
al pueblo alicantino no le molesta que tanto dinero dé resultados
tan pobres? ¿Qué tan malos eran los otros proyectos presentados?
Con
un millón de euros al año, sí un millón, se pueden hacer grandes
gestiones de nuestros residuos, y todavía con más razón en una
capital que presume ante el mundo de su condición de ciudad
privilegiada. La cuestión es que el contrato millonario termina
aportando en el municipio las mismas soluciones de siempre. Camión
obsoleto de gran tonelaje, contenedores de reciclaje inaccesibles,
mal estado de la infraestructura local en esta materia y enterrar la
basura en el vertedero de turno. ¿Para esto un millón al año?
Yo
no soy una persona que tienda a pensar mal, pero el hecho de que
tanto alcaldesa como empresario estén imputados en el mismo caso da
mucho que pensar. También son conocidas por todos las fotos que
circulan por la red, en la que se puede ver que existe una relación
algo más que profesional. Casualidades aberrantes que han provocado
que ambos tengan frentes abiertos con la justicia. Para más Inri
está el tema de IKEA, donde de nuevo la compañía de Ortiz se
adjudicó el concurso. ¡Una autovía para evitar atascos para un
centro comercial! Como puede ser que los alicantinos sigamos siendo
todavía tan confiados. Este tipo de caciquismo es el que impera en
nuestra comunidad.
¿Cuánto
poder tiene esta persona para que los políticos se doblen a su
voluntad? Francamente es lo que trata de demostrar la justicia, la
realidad que todos suponemos y apenas nos atrevemos a comentar, de
ahí que hablemos con “presunto”.
“Formula
fácil, yo te ayudo a ti y tú a mí. Tú me das el permiso y ambos
ganamos dinero, no pierdes nada, pues es público. Es una buena
solución, tú tienes el servicio y el piso en la playa a tu
disposición, yo ahorro costes al ayuntamiento realizando la función,
y de paso me pongo clausulas millonarias. Ambos ganamos, y el que
pierde es el contribuyente.”
Esto
es solo un ejemplo de lo que el complejo caso Brugal encierra, sólo
una mota de la cantidad de basura que se oculta tras los suelos
alicantinos. Cuantísimos implicados, algunos hasta los conocemos.
¿No es esta razón suficiente para tumbar el plan zonal? Mucha
legitimidad se le otorga a lo que firmaron nuestros alcaldes, muy
poca a que estos sujetos estén el punto de mira de la justicia. Los
ciudadanos estamos cada vez más armados de información.
www.facebook.com/ElHormigueroDeLuisaPastor
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