Esta
semana he tenido el dudoso gusto de leer el panfleto ideológico que
reparte el gobierno local de Cox. Son noticias bien escogidas y
cuidadosamente manipuladas para resaltar la increíble labor del PP
en el pueblo de Cox. Tienen todo el derecho del mundo a lanzar sus
ideas, tienen el derecho los habitantes del pueblo a leerlas o no,
pero hoy algo llama la atención en ese panfleto.
El
ayuntamiento quiere repartir 100.000 bolsas de plástico ente los
comercios para que la marca “Sabor todo el año” se expanda.
El
pueblo hace manifestaciones a favor del medio ambiente, y al
ayuntamiento reacciona con este tipo de medida. Si de verdad se
quiere luchar por la marca de Cox, lo mejor es librar al pueblo y a
su huerta de todos los gases y filtrados que pueden salir de la
basura mal gestionada. Que los que vengan a comprar género en Cox no
tengan que subir la ventanilla cuando los camiones salgan de la
autovía. Sobre todo evitar que el pueblo entre en debacle a raíz de
lo que conllevan los vertidos.
A su vez, está inoportuna acción de marketing pretende promocionar
el pueblo Cox con un producto sumamente contaminante, además de
escasa reutilización. ¿Cuántas veces podemos utilizar una bolsa de
plástico? ¿Acaso saben cuánto tarda en degradarse? ¿Algún
consumidor comprará más producto de Cox porque lo pone en su bolsa
de plástico? De nuevo medidas poco inteligentes que comprometen el
medio ambiente.
Siendo
sensatos al pueblo no le beneficia para nada esta acción, una vez
más un caso de despotismo. ¿Para quién son las bolsas? Pues para
los almacenes de fruta. Un aparente regalo por el que tienen que dar
gracias, mientras son ellos los que tienen que encargarse con su
trabajo de hacer publicidad al pueblo. Muchas veces he abierto un
cajón en mi cocina y he visto la bolsa de Mercadona, y no porque lo
ponga en una bolsa tengo pensamientos positivos. De nuevo un aparente
detalle del ayuntamiento con el 12% de la población, los que se
guían por los mismos intereses e ideología.
Se
platea una solución al ayuntamiento de Cox. ¿Qué tal si dejamos
las bolsas de plástico y repartimos de rafia entre todos los
vecinos? Son más caras sí, pero tienen una utilidad mucho mayor y
no contaminan. En números todo cuadra, 8000 bolsas de rafia van a
producir más impactos visuales que 100.000 que acabaran en los
contenedores rellenas de pañales. ¿Ese es el futuro de la marca
Cox? Porque debe ser muy grato para los que han pensado la campaña
ver como sus bolsas terminan en vertederos, aguantando años hasta
que el logotipo desaparezca. Reutilicemos, reciclemos, dejemos ya de
molestar al medio ambiente. Dejemos de gobernar para los mismos de
siempre y luchemos por el futuro de todos. Esto no es Cox, es el Cox
que ellos nos enseñan.
www.facebook.com/ElHormigueroDeLuisaPastor
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