Desde que se supo de la existencia del proyecto de construcción de
un vertedero en la sierra de Crevillent y Albatera, han sido muchas las
manifestaciones y los actos de repulsa que se han producido para evitar
dicha construcción, han surgido varias plataformas en contra de este
proyecto, y sobre todo el activismo se ha realizado en Albatera y la
Vega Baja, pero ¿qué pasa con Crevillent?. Bien es sabido que el lugar
donde se pretende ubicar el vertedero está muy próximo a la población de
Crevillent, si no recuerdo mal, unos 5 km, y a 4 de Albatera.
Todas las poblaciones limítrofes a este punto, como Cox, Albatera,
Abanilla,(que ya cuenta con un vertedero y en donde ha aumentado el
índice de cáncer en un 20 por ciento), se han manifestado masivamente
para poder parar este desastroso proyecto, pero en Crevillent la gente
casi no ha hecho caso y ha pasado mucho del tema, bien es verdad que
existe una plataforma contra el Vertedero, formada por Asociaciones
ecologistas y grupos políticos, pero en mi opinión, no ha calado su
mensaje en contra de este desaguisado, puede que sea por razones
políticas, por dejadez o por otras razones, pero la sensación que yo
tengo, es que el ciudadano crevillentino cree que Albatera está muy
lejos de aquí y que eso no le afecta en nada, porque la gente apenas se
ha movilizado para hacer saber su repulsa en esta población.
También se han encargado muy bien nuestros políticos de tapar todo lo
relacionado con este tema lavándose las manos y dejando pasar el tiempo
sin pronunciarse para que poco a poco se fuera diluyendo el poco
activismo que existe en contra de este funesto proyecto.
Pero yo,
como crevillentino, me siento decepcionado y triste porque veo venir la
tremenda desgracia que este vertedero va a provocar a nuestro pueblo y
los de alrededor. Vamos a perder todos en esta guerra contra la mafia
política que pretende ganar más dinero del que ya nos saca, a costa de
la salud de todos los habitantes, ellos incluidos de toda esta bendita
comarca.
Las consecuencias de este macro-vertedero se irán viendo
poco a poco, como una enfermedad lenta pero imparable, que acabará
perjudicando a nuestra generación y a todas las venideras, que nos
reprocharán el no haber podido parar esta sinrazón.
Miles de
hectáreas de la sierra de Crevillente y Albatera se inundarán con miles
de toneladas de residuos peligrosos, contaminantes, que poco a poco se
irán filtrando junto con el agua de lluvia y formarán riachuelos de
lixiviados altamente tóxicos que contaminarán nuestros ya raquíticos
acuíferos, de los que bebemos y regamos nuestras plantas, que luego
comemos, de los que beben nuestros animales y con la que nos aseamos.
Estas aguas contaminadas pasarán a ser parte de nosotros y nuestros
cuerpos empezarán a desarrollar más enfermedades de todo tipo por la
acumulación en la sangre de sustancias cancerígenas, dioxinas,
disruptores endocrinos, toluenos, pftalatos, metales pesados, etc. Y
nuestros hijos tendrán un 60% más de posibilidades de tener cáncer que
nosotros, y eso que estamos en unos niveles estadísticos de una persona
de cada tres.
La flora y la fauna será prácticamente aniquilada de
esos parajes y lo poco que quede, si ya de por sí está desapareciendo
por la falta de lluvias y el cambio climático, pues probablemente muchos
kilómetros a la redonda del vertedero serán un desierto de vida y un
paraje desolado.
Nuestros hijos no podrán disfrutar de los paisajes
que nosotros vimos de pequeños, de las pinadas, de las aves que surcaban
los cielos de la sierra, de las plantas aromáticas que crecían para
beneficio nuestro, de la belleza de nuestras lomas y montañas, porque el
aire ya nunca será igual, los gases del vertedero lo contaminarán, los
plásticos se esparcirán por todo el monte y todo a su alrededor morirá, y
por cientos y cientos de años no podrá recuperarse esta zona.
Pero
eso a los políticos parece no importarles, porque el beneficio económico
de ubicar este vertedero es inmenso, y lo más increíble de todo es que
encima luchan con todas sus fuerzas para que esto se lleve a cabo, a
pesar de saber las terribles consecuencias que vamos a tener, lo siento
pero no logro entenderlo.
Tampoco logro entender la falta de
reacción en la gente, la pasividad de la misma en Crevillent, cuando es
tanto lo que nos jugamos, tanto lo que podemos perder; parece no
importar que nos vayan a contaminar y a enfermar, sé que es difícil ir
contra el sistema político, pero ahora de verdad es sumamente necesario,
porque nuestro futuro y el de nuestros hijos prima en ello, pues si no
luchamos, aunque sea salir un día a la calle para expresar nuestra
opinión, o mandar cartas al alcalde, o simplemente poner comentarios en
contra para difundir el mensaje claro de decir –¡NO AL VERTEDERO DE
ALBATERA!-, hipotecaremos nuestro futuro y viviremos mucho peor.
Por eso he expresado esta opinión en El Hormiguero de Luisa Pastor, para
que cualquier crevillentino que lo lea reflexione sobre este tema, y
podamos entre todos volver a participar de forma activa en contra de
este proyecto y todos juntos pararlo de verdad.
Juan Manuel Mas, vecino de Crevillent.
www.facebook.com/ElHormigueroDeLuisaPastor