Nos
encontramos desde hace ya algún tiempo con un problema en nuestra
zona que infringe todas las leyes existentes contra la naturaleza,
aunque por desgracia en nuestras poblaciones no nos hemos dado cuenta
hasta que no estamos viendo los pies del monstruo bajo nuestras
camas. Hablamos como no del vertedero de Proambiente (valga la ironía
con el nomrecito). Lo que la naturaleza ha tardado millones de años
en crear, un tal Fenoll y sus amiguetes lo han destruido en pocos
años. Todo lo que eran bello en esa zona (reserva natural incluida)
ha sido contaminado, y que no nos engañen, el único propósito era
el lucro.
Las
tácticas de Fenoll eran respaldadas por personajes de la escena
política vegabajense, condenando de paso el futuro de sus hijos.
Largos folios llenos de mentiras y verdades a medias se pueden
escribir sobre este asunto, pero el resultado ha sido transformar lo
útil en inútil, cuando se prometió precisamente lo contrario. La
naturaleza se queda sin medios para defenderse, la autoridad no puede
llegar por presión política, y los ciudadanos ven cada día como el
propio sistema intenta que se líen sus cordoneras.
Todo
tiene un fin económico, y vemos incrédulos como el hombre comete
atrocidades alrededor del mundo atentando contra la naturaleza.
Pensábamos que eso sólo pasaba en Venezuela, Amazonas, o la India,
pero resulta que en España también pasa, y nos está pasando. La
naturaleza no aguanta toda esta mierda, y cuando la madre tierra se
fuerza, enseguida se contagian los débiles humanos. Aquí llegamos al derecho a la vida y la salud.
No
se trata de una cuestión de olores, no se trata de plagas, ni de
camiones pasando a todas horas, se trata de enfermedades peligrosas.
Los niveles que una persona puede soportar de gases pesados son
realmente mínimos. Registrado está que un día en Proambiente
respiramos todos los gases perjudiciales que debería respirar una
persona en un año, imaginemos como están los vecinos de Abanilla o
La Murada. Nuestras reservas de agua quedarán inservibles por siglos
en unos pocos años, pues la autoridad aún no ha puesto fin a la
barbarie. Si alguien conoce Albatera le recomiendo que suba alguna
noche al trasvase, una noche cálida de verano a mirar las estrellas,
hasta allí llega la peste de lo indecente.
Hablemos
de cáncer, pues documentado está el aumento de esta enfermedad
junto a vertederos incontrolados. Ya no sólo afecta esto a la salud,
sino que este tipo de enfermedades y sus consecuencias afectan al
sistema social de una localidad. Un municipio nunca podrá crecer si
sus habitantes no trabajan, y ninguna empresa jamás se instalaría
junto a semejante máquina de muerte.
Lo
de La Murada-Abanilla aumentado por siete es lo que quieren traer a
Albatera, una aberración a escasos 3 Km de otra(Vertedero de "Proambiente"), probablemente la idea sea llenar de basura toda la sierra desde Abanilla hasta Aspe pasando por La Murada, Albatera y Crevillente. A Cox y Granja quieren traer algo menor, pero
sabemos en qué manos estará, y sabemos que su tecnología es del
siglo XX, tirar, remover, cargar y vuelta a empezar día y noche sin parar, será como si nunca se llevaran esa inmundicia de delante de nuestras casas . Lo peor y más retorcido es que en este
caso estará a trescientos metros de viviendas y colegios, y a apenas
cincuenta de la piscina municipal. ¿A quién se le ocurrió ese
plan? A personas crueles sin duda ¿Alguien puede detenerlos? SI,
unos pueblos unidos por su derecho a la vida y la salud, unos pueblos guerreros
y solidarios, unos pueblos con agallas y sacrificados. Desde luego
que sí, que SÍ SE PUEDE, acudamos todos el próximo domingo 16 de febrero a las 17:00 a la manifestación que partirá del campo de fútbol de Albatera y demos la cara por nuestra tierra.
www.facebook.com/ElHormigueroDeLuisaPastor
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