viernes, 16 de mayo de 2014

¿Dónde están los lixiviados?


Todo el mundo sabe la respuesta, es obvia: Los lixiviados se los ha tragado la tierra. Es cierto, pero no la misma tierra donde reposaban, sino que han sido esparcidos con nocturnidad y alevosía por el macabro recinto de “Pudreambiente”. Lamentablemente ese vertedero (aunque algunos digan que no existe) también está en nuestro territorio, tarde o temprano respiraremos sus lixiviados nebulizados en el aire que respiramos, quizás terminen saliendo por los grifos de nuestras casas a través de los acuíferos y rieguen la agricultura que nos alimenta.
Esta era la idea hace diez años de lo que era el progreso y desarrollo, trabajo para un pueblo, compost para los agricultores, pero en realidad, una tierra condenada.
Hoy día, los vecinos ya no son los clásicos votantes que no se hacen preguntas y obedecen “al señor”, “el señor” que ya no da trabajo, sino que reparte sobres entre políticos a la vez que perjudica entre otras cosas la economía de la zona. ¿Quién va a querer melocotones o naranjas que lindan con el vertedero? ¿A qué precio se venderán?
Lógicamente, como afirma Monserrate Guillén, “los lixiviados no suben desde los huertos”, es decir que bajan. Justo cuando la CV se ha visto obligada después de que los ciudadanos hayan tenido que implorar a Bruselas que investigara esta catástrofe, todo parece volatilizarse.
La máquina que de buena mañana reparte los caldos tóxicos por las llanuras del complejo ha hecho horas extras estos días. Me pregunto qué sentirá esa persona, que pensará mientras realiza ese trabajo. No la culpo, pero tampoco la envidio. Llegar a casa sabiendo que estas destrozando el medioambiente y tu propia salud por un mísero sueldo debe ser desolador, no en vano aparecían los mismos trabajadores en un informe que computabiliza los casos de cáncer en la zona, como los más afectados.
Ahora que empezaba la investigación, era hora de verificar pruebas, de reunir todos los documentos que han compilado los vecinos y sacar conclusiones. Esas pruebas se tenían que verificar en el campo (vertedero), pero ahora han desaparecido, seguramente muchas también en el incendio espontáneo acontecido en una de las naves del complejo. No se trata de un truco de magia de Juan Tamariz, aunque también es un juego de pillos. Para nada es un truco barato, ya que en realidad nos está costando muy caro.
Lo que está claro es que las pruebas están documentadas, por más que intenten esconderlas, quemarlas o evaporarlas. En pocas semanas habrá brotado de nuevo aquí nuestro enfermizo río de lixiviados, ya que es imposible que no sigan brotando de los vasos mal sellados, al final todo vuelve a su origen, pues en una ladera el líquido solo tiene un camino posible.
Invito a quien esté interesado, a participar en el reportaje de la revista Interviu realizará mañana sábado 17 de Mayo en la zonas afectadas presente y futuramente, para que España sepa todo lo que está ocurriendo aquí. Al parecer los únicos que parecen no saberlo son los que han mirado a otro lado durante todos estos años, quien sabe si a golpe de sobre. Todos sabemos quiénes son los responsables, pero lamentablemente muchos siguen con altos cargos viviendo una inmerecida vida llena de privilegios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario