Duras
y desconcertantes son las noticias que ha recibido el municipio de
Albatera la última semana, pues el proyecto de la UTE reclama su
lugar por la vía administrativa, revisando si cabe hasta el último
hueco.
Nos encontramos en
plena temporada de la breva, una de las señas de identidad del
municipio y su principal distintivo agrícola. El que conozca la ruta
de la sal sabrá lo cercanos que están estos cultivos del lugar
elegido para el Macrovertedero. Imaginaos la ruina que supondría a
corto plazo dicha construcción, no hablo a medio ni a largo (esos si
los notaremos todos por decenios), hablo a corto plazo. Con el
proyecto de Macrovertedero aprobado, el gobierno de turno incluso se
marcó la frivolidad de plantear una Denominación de Origen para los
mismos frutos que recibirían los lixiviados. Esperemos que la Breva
albaterense siga siendo uno de los símbolos del pueblo de manera
positiva, sin duda no necesita ninguna DO para ser reconocida.
Por aquellos lugares
se encuentran dos de los parajes medioambientales más valiosos del
municipio, sin duda los más apreciados por los deportistas y
cazadores. Si el macrovertedero se construye, significaría la
extinción de esas dos joyas de la naturaleza, verdaderos
privilegios. Hablo de la Rambla Salada y Las Ventanas. La primera es
de sobra conocida, la segunda es una curiosa formación geológica
que permite asomarte al pueblo para contemplarlo junto a su huerta
desde las alturas.
Lo que más nos
preocupa de todo (a corto plazo) no es perder dos patrimonios del
municipio, sino la pasividad de las autoridades ante este descalabro.
He de reconocer que al menos el ayuntamiento se está moviendo más
que otros, oponiéndose a sus camaradas en temas que otros alcaldes
ni si quiera se atreven a mencionar. Los vecinos de Cox y Granja
tuvieron que salir con sus coches a lanzar cuñas porque los
ayuntamientos no les daban financiación, pero en época de
elecciones ha faltado tiempo para colocar pancartas y dar vueltas con
un pesado y repetitivo slogan.
La cuestión es que se
trata de nuevo de menospreciar la opinión del pueblo, de los mismos
votantes que han puesto ahí a esas fuerzas políticas. Nadie votó
por la señora Luisa Pastor, tampoco por Ripoll, nos han sido
impuestos de manera vinculante. Personas a nuestro servicio que
actúan tan solo para satisfacer a sus amigos y mecenas. Es triste
que después de tanto esfuerzo, que después de tantos estudios y
demostraciones, no se tire el dichoso plan atrás. La noticia es
dura, pero para nada los vecinos están preocupados, saben que su
pueblo no se toca.
La noticia cayó el pasado Sábado como
un jarro de agua fría sobre los confiados corazones de los
ciudadanos de nuestras poblaciones, que ya las creían todas consigo
a causa de las ultimas y anteriores noticias que invitaban a la
esperanza y la desactivación.
Eso junto al desencanto que ya
arrastraban los seguidores de algunos de los colectivos a causa del
despiste político al que juegan algunos de sus miembros, habían
provocado un clima de relajación del cual, han tenido que despertar
para tropezarse de lleno con la noticia de la solicitud de las
licencias por parte de la UTE a los ayuntamientos, ¡uyuyui!,
pero...¿esto no estaba ya finiquitado?, parece ser que ni de lejos.
Inquietud sería la expresión más
acertada para describir los momentos de incertidumbre que viven los
albaterenses, cojenses y granjeros, no es de extrañar, y más cuando
nada termina de estar claro. “Licencias NO y compatibilidad NO”,
pero...¿hasta donde llegan las competencias y la razón jurídica
de los ayuntamientos en esta materia?, ¿se podría haber hecho más?.
Si bien el pasado mes de Julio se
aprobó desde el consistorio albaterense la modificación del
PGOU(plan general de ordenación urbana), declarando el termino
municipal de Albatera zona libre de instalaciones de vertido y
tratamiento de residuos solido urbanos, al igual que ya lo habían
hecho sus homólogos de Granja de Rocamora y Cox, más la suspensión
por un periodo de dos años de las licencias de actividad y de obras
para uso relacionado con este tipo de instalaciones, además de que
los terrenos en cuestión fueran calificados por parte de Albatera
como de “especial protección agrícola”, el asunto no termina de
estar claro, y es que como dice la UTE, esta modificación no ha sido aprobada
por la correspondiente consellería.
Además, lo más probable es que sean
nulas por ser contrarias a la normativa de ordenación territorial
anterior (Plan integral de residuos
de la comunidad valenciana y Plan zonal de residuos número XVII),
que eran las normas
que estaban vigentes cuando se le adjudico el contrato a la UTE.
Así que, el escenario más
probable sea el que la UTE tendrá que agotar la
vía administrativa y posteriormente presentará demanda ante los
juzgados de lo contencioso administrativo frente a las denegaciones
de los ayuntamientos, donde la UTE además de
ganar el contencioso y las costas judiciales, deberá ser indemnizada
por ello con dinero público de nuestros pueblos.
Eso
si, los primeros ediles
habrán logrado quedar ante
la opinión publica como unos lideres
que han presentado batalla y hecho todo lo posible por evitarlo,
además de ganar el tiempo
necesariohasta
que lleguen las próximas
elecciones, quien sabe para entonces donde
quedaran los movimientos ciudadanos antivertedero ya exhaustos y
finiquitados para entonces.
Y sí,
claro que podría haberse hecho más, si desde el primer momento la
clase política de esta comarca, y digo la clase política para
referirme a los diferentes colores políticos que
han ejercido el poder en ella desde el año 2000 que fue cuando
comenzó la elaboración del plan zonal, hubieran
tenido el claro objetivo de
ejercer una gestión de los
residuos responsable ylejos
de tramas político empresariales de lucro a corto plazo para unos
pocos, no estaríamos ahora como estamos, con un vertedero y todo lo
que ello significa apunto de entrar en nuestras vidas, ojalá me equivoque.
Todo el mundo sabe la
respuesta, es obvia: Los lixiviados se los ha tragado la tierra. Es
cierto, pero no la misma tierra donde reposaban, sino que han sido
esparcidos con nocturnidad y alevosía por el macabro recinto de
“Pudreambiente”. Lamentablemente ese vertedero (aunque algunos
digan que no existe) también está en nuestro territorio, tarde o
temprano respiraremos sus lixiviados nebulizados en el aire que
respiramos, quizás terminen saliendo por los grifos de nuestras
casas a través de los acuíferos y rieguen la agricultura que nos
alimenta.
Esta era la idea hace
diez años de lo que era el progreso y desarrollo, trabajo para un
pueblo, compost para los agricultores, pero en realidad, una tierra
condenada.
Hoy día, los vecinos
ya no son los clásicos votantes que no se hacen preguntas y obedecen
“al señor”, “el señor” que ya no da trabajo, sino que
reparte sobres entre políticos a la vez que perjudica entre otras
cosas la economía de la zona. ¿Quién va a querer melocotones o
naranjas que lindan con el vertedero? ¿A qué precio se venderán?
Lógicamente, como
afirma Monserrate Guillén, “los lixiviados no suben desde los
huertos”, es decir que bajan. Justo cuando la CV se ha visto
obligada después de que los ciudadanos hayan tenido que implorar a
Bruselas que investigara esta catástrofe, todo parece volatilizarse.
La máquina que de
buena mañana reparte los caldos tóxicos por las llanuras del
complejo ha hecho horas extras estos días. Me pregunto qué sentirá
esa persona, que pensará mientras realiza ese trabajo. No la culpo,
pero tampoco la envidio. Llegar a casa sabiendo que estas destrozando
el medioambiente y tu propia salud por un mísero sueldo debe ser
desolador, no en vano aparecían los mismos trabajadores en un
informe que computabiliza los casos de cáncer en la zona, como los
más afectados.
Ahora que empezaba la
investigación, era hora de verificar pruebas, de reunir todos los
documentos que han compilado los vecinos y sacar conclusiones. Esas
pruebas se tenían que verificar en el campo (vertedero), pero ahora
han desaparecido, seguramente muchas también en el incendio
espontáneo acontecido en una de las naves del complejo. No se trata
de un truco de magia de Juan Tamariz, aunque también es un juego de
pillos. Para nada es un truco barato, ya que en realidad nos está
costando muy caro.
Lo que está claro es
que las pruebas están documentadas, por más que intenten
esconderlas, quemarlas o evaporarlas. En pocas semanas habrá brotado
de nuevo aquí nuestro enfermizo río de lixiviados, ya que es
imposible que no sigan brotando de los vasos mal sellados, al final
todo vuelve a su origen, pues en una ladera el líquido solo tiene un
camino posible.
Invito a quien esté
interesado, a participar en el reportaje de la revista Interviu
realizará mañana sábado 17 de Mayo en la zonas afectadas presente
y futuramente, para que España sepa todo lo que está ocurriendo
aquí. Al parecer los únicos que parecen no saberlo son los que han
mirado a otro lado durante todos estos años, quien sabe si a golpe
de sobre. Todos sabemos quiénes son los responsables, pero
lamentablemente muchos siguen con altos cargos viviendo una
inmerecida vida llena de privilegios.
En nuestro blog, somos
críticos, pero para ser crítico primero tienes que aprender a
criticarte a uno mismo. Soy un ciudadano más, que podría haber
hecho más, que puede sin duda hacer más, que por suerte o desgracia
no tiene tiempo de hacer más.
Dentro de nuestros
pueblos hay ciudadanos que sí se han organizado, seguramente los que
más han trabajado por esta causa. Hace un año eran enormes los
apoyos que recibían, incluso los pueblos se unían en
multitudinarias manifestaciones. He consultado a varias personas que
lucharon a mi lado, que trazaron planes para abordar el problema de
la basura que tan presente tenemos cada día. Tratamos de averiguar
por qué los movimientos han perdido fuerza, y estas son las
conclusiones que hemos sacado.
Políticos ocupando
el lugar de ciudadanos
Cada pueblo tiene sus
nombres, y todos sus habitantes los conocen. Las plataformas que
empezaron como una iniciativa ciudadana se han visto invadidas por
aspirantes a políticos, en la mayoría de los casos con dudosa
reputación.
Hay que distinguir la
Plataforma de la política, pero a estas alturas ya ninguno se
molesta en disimular, en algunos casos posando como abanderados de su
partido con símbolos de las plataformas. Mucha gente que colaboraba
se ha desvirtuado por estos agentes, algunos silenciados y
maltratados por alguno de estos políticos. Uno puede ser político,
pero hay que aprender a separar ambas cosas. Te puedes dedicar a la
lucha desde tu partido, pero nunca desde la plataforma te puedes
dedicar a hacer política. Algunos de los integrantes de las
plataformas recibirán proposiciones, pero al menos si deciden
aceptarlas eran simples ciudadanos cuando luchaban, no políticos que
se han presentado ya por más de un signo.
La opinión popular no
es ciega, y saben que estas personas están ahí. Odian que se las
tome por tontas diciendo que no hay politización.
Alienación con el
poder
Es cierto, el partido
en el poder ha conseguido mediante promesas que se relaje gran parte
de la ciudadanía y también las plataformas. En Cox por ej nada más
llegar las fiestas fueron retirados la mayoría de cubre balcones y
tan solo con un poco de presión se eliminaron todas las bolsas de
basura simbólicas repartidas por el mobiliario.
Al pueblo parece que
se le ha olvidado el problema, o en cierto modo se sienten tranquilos
por unas promesas que vienen precedidas de grandes mentiras. Activar
a estos pueblos fue muy complicado, conseguir el mismo nivel de
confianza, ya parece imposible.
La historia del poder
demuestra que es más fácil confiar en la fe que asimilar la siempre
cambiante realidad. Llama la atención como la gente de estos pueblos
cree los mensajes contradictorios de sus gobiernos, como un día se
“pone” y al otro “no se pone”.
El efecto moda
Hablaba Giovanni
Sartori del efecto moda. Nada más que una idea que impacta en el
individuo y que abandona su mente cuando pierde el carácter de
excitación y novedad.
Los detractores de
Sartori decían que no podía ser así, que los valores del ser
humano no se pueden basar en simples tendencias de quita y pon, pero
el italiano se defendió diciendo que esto ocurría en sociedades
donde el consumo y lo eventual era el epicentro de la vida.
Este triste pensar que
la lucha fue solo una moda, es triste pensar que una vez pasado el
efecto potencial mucha gente se ha relajado. Lo cierto es que el
problema existe, y está presente cada vez que miramos hacia Abanilla
o cada vez que paseamos por la Rambla Salada. ¿Estamos listos los
ciudadanos para seguir luchando?
Semana clave para el
pueblo de Granja de Rocamora. Esta semana se celebran allí sus
famosas fiestas de la Santa Cruz, una tradición que llena a su
pueblo de orgullo y optimismo. Desde aquí aprovecho para desearles
felices fiestas.
Si la semana pasada
preguntábamos por el paradero del señor José Rocamora, hoy
preguntaremos por la oposición. ¿Dónde está la oposición de
Granja de Rocamora? ¿Qué es lo que piensa en materia
medioambiental? El pasado verano escuché una conversación que no me
dejó indiferente. Si alguien me pide que pueda verificar esto, me
temo que tendré que decirle que es imposible. No hemos publicado
antes sobre este asunto porque el lector tendría que fiarse de
nuestras palabras.
Los hechos ocurrieron
tras una asamblea de la Plataforma de Cox Granja recientemente
reestablecida. Un vecino luchador hablaba a sus compañeros sobre sus
conclusiones tras esta asamblea. Yo estaba escuchando cuando llegó
uno de los representantes de Centro Liberal del pueblo de Granja de
Rocamora.
—En todo lo que haga
falta para joder al PP contad con nosotros —dijo.
—No —dijo el
vecino—, esto no se trata de joder al PP. Estábamos hablando del
PP porque da la casualidad que es el que gobierna. Se trata de que no
nos pongan la planta pegada al pueblo. ¿Qué piensa tu partido?
—A mí nada más me
importa joder al PP
No sería sensato ni
justo juzgar a un grupo por la opinión de un sin duda ignorante,
pero tras casi un año no hemos visto movimiento en la oposición de
Granja de Rocamora. Desde aquí se lanza una sugerencia para quien
quiera escuchar.
Realizar un acto
político para informar al pueblo de sus movimientos y de las
iniciativas que se están tomando desde el partido opositor.
Demostrar al pueblo de Granja que medioambientalmente hay ideas
frescas y renovadas. No sólo servirá para hacerles propaganda, sino
que será de nuevo otro vehículo informativo. Por favor, que las
plataformas no lo organicen, pues esto se trataría de un acto
meramente político. Ahí es donde se les necesita, opinando, no tras
la inercia de los movimientos sociales.
Ahora que he
encontrado a José Rocamora aprovecho para desearle felices
fiestas y recomendarle que se ponga una muñequera para evitar
lesiones de tanto arbolear las banderas. Un OLE por Granja de
Rocamora, el pueblo que aún tiene el valor de mantener cubre
balcones y bolsas de basura en señal de rechazo.