En Cox “No tienen lisensias”

“No tienen lisensias” Una frase atribuida al alcalde de Cox, Carmelo Rives. El que piense que me estoy riendo de su acento no tiene ni idea, pues no me hace nada de gracia este tema. Este fue su argumento para responder a las dudas de los ciudadanos sobre temas referidos a la expropiación de los terrenos. Por lo publicado recientemente en “El Mundo”, existe esa posibilidad, posibilidad sin duda dada por la legitimidad de las firmas.

El asunto es grave, y demuestra que las buenas noticias tienen efectos efímeros. Hace ya más de 5 años tuvo lugar aquella reunión, la cual supimos la mayoría de vecinos de su existencia hace apenas un año. Allí todo quedó visto para que la planta de transferencia se colocara en terreno de Cox (véase propiedad de dichos terrenos), aunque realmente las consecuencias directas las sufriría Granja de Rocamora. Su alcalde lejos de oponerse dijo sí.

Ya sea para una hipoteca o para simplemente recoger un paquete en correos la firma es vinculante. Nuestra firma indica que hemos comprendido las condiciones del acuerdo, que estamos dispuestos a afrontar sus consecuencias y beneficios. Cox y Granja estuvieron de acuerdo. A favor del proyecto de una empresa con varias causas de gran calibre pendientes con la justicia. Años más tarde se reunió el consorcio, y los alcaldes de Cox y Granja decidieron no acudir. “Para no cabrear a Luisa Pastor” supuestamente dijeron “Porque era lo mejor para nuestros pueblos” supuestamente dijeron más tarde. Imaginemos que hay una reunión sobre el desahucio de un vecino, éste decide no ir porque es lo mejor para él, menudo timo.

Como es lógico la empresa damnificada tiene derecho a reclamar, el problema es que ningún político ha explicado al pueblo la cuantía del daño que nos pueden hacer. La empresa puede ser seguramente un ente irregular, pero por otro lado parte de razón tiene cuando exige compensación.

La comunidad valenciana tiene que dar el siguiente paso. Si actúa con lógica debería suspender este dañino proyecto cogido con pinzas, del que está detrás el mismo empresario de siempre. Sólo por sus causas abiertas se debería invalidar o frenar todos sus proyectos pendientes. Lamentablemente ya sabemos cómo actúa al poder, a veces lejos de favorecer al ciudadano. Hay mucho dinero en juego, y son tres motas de polvo para ellos las que se quejan. Sigo pensando que todo esto se está calentando para las elecciones, donde nos llevaremos una sorpresa bastante olorosa.

Decir de nuevo y mil veces que la gestión del PP de Cox y Granja ha sido penosa, silencio en lo importante y cohetes cada vez que había que pasear a una virgen. También penosa la oposición, callando hasta hace un año sobre esta noticia. Dirán que no lo sabían, y yo diré: “Pues todavía peor, pues significa que no hacéis vuestro trabajo de investigar”

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