Debemos ser como hormigas y gigantes.
Hormigas para ser incansables en nuestra
determinación y no flaquear ante los obstáculos que, intereses económicos de
unos pocos, en coalición, o mejor dicho: en corrupción con degenerados
intereses políticos de otros muchos, quieran colocar en el justo y necesario
camino que hemos decidido recorrer, para salvar el futuro de nuestra comarca y
el de nuestras familias.
Y ya os puedo decir que los obstáculos serán
muchos y las trampas numerosas. Pero no debemos olvidar contra qué tipo de
intereses y personas nos enfrentamos. Personas, a las que no les importa en
absoluto el bien común, personas ruines y miserables, capaces de saltarse sin
el menor escrúpulo: normas urbanísticas, leyes de protección del medio ambiente
y de la salud de las personas, directivas europeas y cualesquiera otras normas
legales que se interpongan en su deshonesto camino.
No hablaré, por supuesto, de normas
éticas o principios morales, porque creo que es mucho suponer que esas personas
sepan lo que significan esas palabras.
Por eso os digo que debemos ser también precavidos
e inteligentes, para no detenernos ante las zancadillas, trampas y engañosas
estratagemas que sabemos llevaran a cabo, o mejor dicho, sabemos que ya cometen.
Porque, aunque cada uno de nosotros seamos
como pequeñas y laboriosas hormigas, insectos insignificantes ante sus ojos, a
los cuales pueden aplastar por separado, todos juntos, conseguiremos llegar a
ser ese gigantesco hormiguero al cual ellos temen, cada vez, somos más y más
los ciudadanos que hemos despertado a la realidad, y con ello, ya formamos
todos parte, de esa inmensa fila de hormigas que con paso firme e implacable se
dirige como una inmensa marea negra para hacer temblar si fuera necesario, los
cimientos de todas y cada una de las instituciones públicas secuestradas y puestas
al servicio de lo peor de la sociedad.
Puede que exista un lugar en la tierra en
el que sus habitantes agachen la cabeza ante consignas políticas e intereses de
especuladores, en el que sus gentes, acaten sin más el que los intereses económicos
pasen por encima de la salud y futuro de los suyos, pero ese lugar sin duda, no
es este, porque las gentes de esta tierra estamos comprometidos con el futuro
de nuestros pueblos y familias, y defenderemos hasta el final la tierra
que nos vio nacer y un día nos acogerá,
por lo tanto, gritemos todos a una y con voz desgarrada, con la tremenda fuerza
que nos da el tener la razón:
NO AL MACRO-VERTEDERO
NO AL VERTEDERO DE TRANSITO
NO AL PLAN ZONAL NÚMERO XVII
SI AL CIERRE Y RESTAURACIÓN DE LAS ZONAS
AFECTADAS POR VERTEDEROS
SI A LA SALUD
SI A UN FUTURO SIN HIPOTECAS
MEDIOAMBIENTALES
EN NUESRA FUERZA Y ANIMO ESTA SU TEMOR Y
CON EL NUESTRA VICTORIA
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